Me ha pedido
Dammy que escriba acerca de un... bueno, no sé como definir a este ser, al fin y al cabo cuando intento definirlo me vienen a la cabeza palabras como “
hijo de puta”, “
cabrón” y similares, pero es que ya sea por usadas o por que lo de ofender a una madre cuando ella no tiene más culpa que haberle dado a luz y eso sí, haberle dado o no, una cierta educación. Me decía
Dammy que lo iba a escribir él mismo para la columna semanal que suele publicar en
La Kodorniz (he de decir que me tiene de
negro) pero que tal vez quedaría muy duro y que mejor que lo escribiera yo para este blog, así que allá voy.

El tema va de un artículo que leyó en el
20 minutos en el cual se informa de un hombre que había metido el puño y parte del antebrazo por la vagina y el ano de su mujer, causándole a causa de ello desgarros y heridas físicas que la mantuvieron hospitalizada durante 7 días... Después de escribir esto me da mucha satisfacción poder decir a continuación que al hombre le han caído 15 años de cárcel, aunque no voy a seguir pensando porque como lo haga pensaré que por buena conducta y demás a los pocos años estará fuera. Sé que no esta bien, pero me reconforta pensar que en la cárcel habrá alguien lo suficientemente simpático para hacerle sentir como se sintió su mujer.
Y todo nació de unos celos por parte de él, celos infundados por otra parte ya que fueron a hablar con la mujer del supuesto amante de la mujer maltratada y le hicieron ver que eran todo imaginaciones suyas, pero no contento con ello y al grito de “
te voy a tratar como a una puta” el ahora preso empezó a agredir a su mujer por no querer realizarle esta una felación.

Esta historia, pese a ser sumamente cruel, tiene un final más o menos feliz, pero lo cierto es que el maltrato y las muertes por estos motivos son más que habituales en la geografía española (y mundial). Esta bien que aumenten las penas de cárcel y que las leyes se endurezcan para castigar este tipo de delitos, pero lo que falta, lo que siempre falta en este país llamado España son medidas de educación a la ciudadanía y es que por mucho que metamos a un agresor en la cárcel, diez más esperan en la calle para maltratar a sus cónyuges.
Y bien, pese a ser un encargo, el tema lo he hecho muy mío, tanto que voy a pasar a hacer lo que acostumbro, suicidarme, para ello voy a coger este pene de látex y me lo voy a ir comiendo a cachitos,
ñam, creo que así,
ñam, y si un lavado de estómago no lo evita,
ñam, voy a morir como un auténtico personaje suicida que soy,
ñam… ¡
Adiós!