viernes, diciembre 17, 2010

WikiLeaks

¿Casi tres años sin aparecer por aquí ya? Cómo pasa el tiempo, ¿no? Es que eso de pedirle un crédito a un banco y abrir la inmobiliaria fue un suicidio casi tan sádico como el de hoy.

Debe ser que yo, como el resto del mundo he estado o estoy en crisis, o eso o he estado con los de WikiLeaks suicidándome, y es que si hay alguien en el mundo más suicida que yo, esos son los tipos de WikiLeaks… Hay varias y dolorosas maneras de suicidarse, pero la opción que han elegido Kristinn Hrafnsson y compañía es tremenda, buscar noticias “incómodas”, secretos de estado, filtraciones y publicarlas libremente es la mejor forma de suicidarse, no sólo físicamente, sino que acabas matando tus libertades personales, y aunque obtienes “de verdad” aquello que los demócratas dicen que es la libertad de expresión, pierdes la libertad de circulación.

Ahora salen miles de noticias relacionadas con la gente que hay detrás de WikiLeaks, que si el creador de WikiLeaks ha sido denunciado por abusos sexuales, que si todo es una creación de la CIA, relaciones extramatrimoniales de algunas de sus cabezas visibles, es decir, y no como lo diría un actor antes de salir a escena… mucha mierda… Y la que vendrá.

Esta crisis en realidad está dando para mucho, está sirviendo para darnos cuenta de cuan cerrados teníamos y tenemos los ojos, para darnos cuenta de lo poco que pinta el ciudadano de a pie, de cuanta mentira hay detrás de la palabra “democracia”, de que estamos atados de pies y manos cuando los bancos y otras multinacionales deciden ir en una dirección, de toda la suciedad que se esconde tras las siglas O.N.G., de que cada día los ricos son más ricos y los pobres cada vez más pobres y de tantas y tantas cosas que al final a uno tan sólo le queda meterse en WikiLeaks, poner el nombre de usuario, la contraseña y escribir el nombre de las empresas americanas, británicas, españolas y otras implicadas en la guerra de Irak, que a día de hoy se están forrando por la zona del golfo pérsico. ¡Adiós!

2 comentarios:

Inés Perada dijo...

Pues bienvenido, mi suicida en serie favorito, pero creo que tal y como pinta, muchos vamos a ser suicidas en serie, cada día nos dan un motivo para repetir.
Una vez una señora a la que respetaba mucho me dijo, cuando yo era muyyy jovencita ( un poco más, vaya), Inés, que sepas que solo los tontos son felices en esta vida.
No se me ha olvidado esa frase porque con los años ( y eso que soy super joven, ejem) lo he ido comprobando día tras día.
Otra opción, querido Suicida, es la del de Olot, pim pam, y oye, que ancho me he quedao, como dijo él. Ya, ya sé que no estamos a favor de la violencia, pero es que sirve de tan poco el dialogo cuando no somos más que números en la vida....a estas alturas yo creo que todos nos damos cuenta de que pintamos menos que una mierda a la izquierda, como los ceros (las mierdas a la derecha si parece que pintan)...
Besicos.

Zuflema dijo...

Si nos casáramos tú y yo seríamos una pareja dispareja